En Japón, cuando un objeto se resquebraja no lo tiran, sino que rellenan la grieta con oro.
Lo que entienden es que cuando algo ha sufrido un daño tiene una historia detrás y se convierte en algo incluso más hermoso.
La traducción de Kintsukuroi al castellano es algo así como «el arte de reparar cerámica con laca de oro».
Es una filosofía que invita a que la grieta, su rotura y su posterior reparación se conviertan en parte del objeto sin tratarlas de ocultar, a quererlas por lo que son.
¿Y si lo aplicáramos en nuestras vidas?
OBJETIVO 1: Reflexionar sobre aquellas grietas aún no reparadas de tu vida.
OBJETIVO 2: Aceptarlas.
OBJETIVO 3: Procesarlas con Kintsukoroi, rellenarlas con «oro» y seguir adelante porque, al fin y al cabo, lo que eres hoy es resultado de todas tus experiencias pasadas. De todas. ¿Te apetece recordar a Joel? ¿Viste ya la animación de la brecha del cántaro?