Los bloqueos, la impotencia y el malestar no entienden de edad, por lo que niños y adolescentes también pueden sentirse que no son «suficientemente buenos» y tener la sensación de que no encajan en esta sociedad.
Pero todos ellos son únicos y tienen sus propios talentos.
El objetivo es que lo reconozcan y que creen un sistema de creencias favorable a conseguir lo que se propongan.
Nuestro más elevado propósito ha de ser formar seres humanos libres, capaces de impartir por sí mismos, propósito y dirección a sus vidas. —Rudolf Steiner.
Las sesiones no distan mucho de las ofrecidas a los adultos pero el juego y la creatividad tienen un papel más destacado.
Las herramientas principales (el coaching y el PSYCH-K®) se adaptan a las necesidades particulares de cada caso y se integran con actividades específicas para sus edades, siempre en un ambiente distendido y agradable.
Naturalmente los objetivos varían según el caso, pero hay uno compartido por todos: crear una base fuerte para una mejora duradera que incida ya no solo en su día de hoy, sino en su futuro.
Dos apuntes más:
1) Me formé como animadora sociocultural a los 18 años y estuve vinculada a diversas entidades juveniles por más de 10 años. A los 24 años me certifiqué como peer-trainer y en 2005 cursé un programa de coaching juvenil del Consejo de Europa.
2) He trabajado con adolescentes con problemas graves de adaptación social y como educadora en un centro cerrado de justicia juvenil.
En el caso de niños, hay un contacto previo con los padres a fin de tener más información y optimizar las sesiones, que recomiendo sean presenciales.
De todos modos, si existiera algún impedimento para el contacto directo, se valorará hacer la sesión de PSYCH-K® por subrogación.