Este destello complementa un poco el tema de los sesgos cognitivos dando un paso más allá, demostrando el poder que puede tener la presión de grupo, la conformidad y la prudencia en nuestras acciones.
Es un experimento originado por Solomon Asch y que se grabó para un programa de bromas estadounidense (Candid Camera, que sería como Just to Laugh, si este último te es una referencia) en 1962.
El vídeo fue aprovechado para un anuncio y, como es el único que he encontrado, es lo que te traigo (de hecho, solo han añadido el slogan de la campaña al final, así que no importa tanto). Está en inglés y no hay subtítulos, pero si la lengua de Shakespeare sigue siendo tu asignatura pendiente no te preocupes: no lo necesitas.
Quédate con las caras de los que «sufren» la broma. Las expresiones del chico joven son especialmente interesantes. (Me pregunto si comentó lo ocurrido una vez llegó a casa…).
El experimento consistía en demostrar hasta qué punto nos adaptamos a la mayoría para no sentirnos rechazados y pertenecer a un grupo, que no deja de ser una necesidad básica. Pero, aunque lo de la pertenencia tiene su parte positiva, que la tiene, también puede dar lugar a situaciones donde la manipulación puede cobrar un papel importante.
Y es en esos casos cuando deberíamos hacer algo y evitar que uno deje de pensar por uno mismo y no tenga libertad de decisión.
De todos modos, después de numerosos estudios y otros tantos experimentos, Ash concluyó que solo que una persona decida retar el status quo y diga lo que piensa de verdad, hará que los demás le sigan.
Sí, solo una.
Hay esperanza.
OBJETIVO 1: Sonreír, pero también pensar en lo que sucede (y qué se mueve) realmente en el ascensor.
OBJETIVO 2: Pensar en alguna situación en la que te hayas encontrado con una presión de grupo parecida, aunque de primeras no fueras consciente de ellos.
CRÉDITO: Solomon Asch y Candid Camera.
CATEGORÍA: Experimentos que hacen pensar.