Seguro que en la infancia te dijeron que aprendieras todo lo que pudieras porque luego, una vez adulto, el cerebro envejecía.
¿Pero es así? ¿El cerebro envejece y pierde capacidades tras la juventud?
Bueno sí, está claro que si no lo ejercitas, envejece.
Lo mismo con el corazón o si has hecho mucho deporte y luego lo dejas.
¿Acaso mantendrías el cuerpo atlético de antes? Claro que no.
Pero si mantuvieras una disciplina de mantenimiento, seguirías reconociéndote y cuidándote.
El cerebro es agradecido y, si le mimas, ya no solo frena su deterioro sino que, además, rejuvenece.
Y lo hace gracias a su neuroplasticidad.
Vemos ahora un poco de teoría callejera, pero quédate con lo importante: puedes seguir aprendiendo, mejorando y reinventándote más allá de los 100.
¿Qué es la neuroplasticidad?
A grosso modo, es la capacidad innata del sistema nervioso para cambiar su estructura y sus funciones según el ambiente, el conocimiento y la experiencia adquirida.
Diferenciamos 3 tipos de plasticidad: la sináptica, la neurogénesis y el proceso funcional compensatorio.
La sináptica es la base del aprendizaje y la memoria. Cada vez que el cerebro aprende algo nuevo, establece conexiones entre sus neuronas y mejora la comunicación entre ellas. Lo hace reforzando redes anteriores o, en todo caso, formando nuevas.
La práctica y la repetición de esas comunicaciones mejora la eficiencia en la transmisión por lo que, a mayor conexión, más rapidez y eficiencia.
La neurogénesis se refiere a la formación de nuevas neuronas, una capacidad que no tiene que ver con la edad.
Estas nuevas neuronas ayudan a tener una buena memoria, permiten seguir aprendiendo y evitan que nuestros recuerdos se solapen.
El Proceso Funcional Compensatorio es un mecanismo del cerebro para compensar áreas que van envejeciendo. Lo que hace es reorganizar sus redes neurocognitivas, activando áreas en desuso.
5 ejercicios para ganar neuroplasticidad
Durante esta semana, te voy a proponer que hagas cosas distintas a las habituales e introduzcas algunos cambios en tu rutina. Piensa que aunque sean pequeñas alteraciones de tu vida diaria te ayudarán a tu cerebro a ganar en creatividad.
#1. Cambia de ruta cuando vuelvas a casa. Si usas el autobús, baja una parada antes.
#2. Incorpora un nuevo alimento en tu dieta. ¿Qué tal unas algas wakame para cenar?
#3. Aprende algo nuevo que sepas que te puede gustar. Lo del huerto urbano está muy de moda, por ejemplo.
#4. Levántate 10 minutos antes de lo habitual y haz una mini serie de estiramientos. Será un 2X1.
#5. Rescata algún juego de estrategia, de cartas o, si lo prefieres, opta por algún juego online. Te dejo 3 enlaces:
- FREEGAMES (El enlace va al juego SIMON, versión online).
- BRAINPAGES (Hay un montón de alternativas. Escoge la que se adapte más al área quieras enfocar).
- FLASHFABRICA Te calcula la edad mental en un juego que, además, engancha bastante (bueno, más bien mucho). Tienes que clicar en los números que van saliendo, de menor a mayor. Si practicas, irás mejorando y darás saltos de alegría.
Déjate sorprender por tu cerebro pero mímalo un poco antes: rétate con un nuevo aprendizaje y, en momentos de bajón, recuerda esa vez que pensabas que tu cabeza no daba para algo y no te falló.