Hoy vamos a explorar una película india que no deja indiferente más allá de su duración —es larguísima— y de esas escenas «algo» histriónicas, irreales y estereotipadas que sí, a veces cansan un poco.
De todos modos, si te la traigo es porque creo que debo hacerlo, y porque, aparte de interesante y de hacerte pensar, te «invita» a ser mejor persona, que de eso se trata.
La película se titula Taare Zameen Par (Estrellas del cielo en la Tierra) y, a modo preámbulo te adelanto que la trama gira entorno a tres ejes básicos: 1) cada niño es excepcional, 2) solo falta una persona para cambiar la vida de alguien y 3) la creatividad es el motor de nuestras vidas.
Recomiendo especialmente la película a padres, madres y a profesionales de la educación así que si estás en alguno de los grupos, te invito encarecidamente a que le veas.
Además, si optas por verla con hijos y/o alumnos, el resultado puede ser un cinefórum muy enriquecedor para todos así que, de verdad, no la descartes.
A por ello.
7 Pinceladas
- Ishaan es un niño de 8 años que no está muy adaptado al colegio y sufre por ello.
- Tiene un hermano académicamente brillante al que se le da bien el tenis.
- Su madre es sobreprotectora y se desespera con un hijo al que todos consideran «un desastre»; su padre lo presiona para conseguir unos resultados que no son acordes a sus talentos.
- Ishaan cuenta con una imaginación desbordante.
- Descubren que es disléxico y lo envían a un duro internado por lo que, además, el niño se siente incluso más solo.
- Llega un profesor de arte sustituto, Ram, que le permite sacar lo mejor de sí y darse cuenta de su mayor talento: el dibujo.
- Ishaan es feliz.
Batallón de Reflexiones: 5 lecciones
#1. Todos somos únicos y especiales.
Ishaan es una «pequeña estrella en la Tierra«».
Y lo es solo por el mero hecho de existir, como el resto de todos sus habitantes — y sí, tú también eres una de esas estrellas aunque a veces te olvides de ello…—.
El problema es cuando parece que haya que seguir un solo patrón y que todo el mundo tenga que encajar en él, sin excepción ni particularidades.
Pero así se matan las estrellas. Y claro, si queremos un planeta brillante habrá que dejar brillar a cada una de ellas animándolas desde pequeñas, a encontrar su luz propia, que la tienen, que la tenemos.
De hecho, si fuera así, ¿te imaginas qué fotaza se podría tomar desde la luna? La Tierra ahí, con millones de luces distintas, todas brillantes, bellas y de distintas tonalidades.
Afortunadamente,en ese sentido, vivimos en una sociedad cada vez más comprometida con ello y, de ahí, que los sistemas de educación como Steiner, Waldorff y Montessori sumen cada vez más adeptos.
Sí, hay esperanza.
#2. No impongas tus expectativas en las vidas de los demás.
De la misma manera que no te gusta que los demás decidan por ti, se trata de ser consciente de las expectativas que impones (de forma consciente o no) a los que te rodean, sobre todo a los pequeños.
El padre de Ishaan tiene un plan para su hijo acorde a sus propios criterios. Si el niño lo cumple tal y como lo ha establecido, perfecto. En caso contrario, el chico es mediocre y fin de una discusión que, de hecho, nunca empezó.
La historia es que Ishaan no se adapta mucho al plan por lo que la conclusión es que es un vago, un mediocre y una vergüenza para la familia.
Qué se le va a hacer, es el mapa mental de la familia y de ahí les cuesta salir.
Y, por supuesto, con una cartografía más bien limitada, cargada de estereotipos y en la que no conciben más territorio del que conocen, solo se les ocurre una «solución» : remediarlo”con más mano dura y mayor disciplina.
Pero espera, ¿acaso lo remedia? Que va, más bien todo lo contrario porque queriéndolo adaptar a esa horma inflexible, lo que consigue el padre es que al niño se le amontonen cada vez más inseguridades, que actúe con torpeza y que sea infeliz aunque, por supuesto, no sea la intención.
La alternativa es acercarse a conocer al niño, reconocer sus talentos desde el interés y el cariño, y atender a sus necesidades.
Isham tiene suerte de que aparezca Ram, pero yo me pregunto cuántos talentos habrán sido catapultados por un enfoque demasiado restringido.
#3. No fuerces la máquina ni el proceso. Todo tiene sus tiempos.
Para mí, el peor momento de la historia es cuando Ishaam se siente infeliz, desesperanzado y tira la toalla actuando en rebeldía.
Pero es que lo hace porque se encuentra desesperado y perdido, forzado a seguir un ritmo que no puede y que le hace sentirse mísero. Y es solo un niño.
La situación es tal que mata toda su capacidad de crear y dibujar, que es justamente su don especial, lo que le hace único, la lucecita con la que estaba iluminando su mundo.
No todas las estrellas de cielo en la Tierra son (ni deben ser) clones de Leonardos, Einsteins, Blavatskys o Curies… Sería muy aburrido.
Vale, Ishaam es disléxico y lo del aprendizaje le cuesta algo más que a sus compañeros pero tiene otras habilidades que pueden superar, con creces, sus discapacidades.
Es más, sentirse bien le ayuda a progresa en lo demás y tener una relación mejor con los que le rodean.
#4 Alienta la creatividad siempre que puedas.
Se trata de no subestimar nunca la creatividad de nadie y dejarte sorprender.
Lo que le mantiene vivo a Ishaan es su imaginación, aquella que le hace evadirse de una realidad en la que siente que no encaja del todo.
Solo cuando Ram le anima a expresarse mediante el dibujo, Ishaan se siente más él.
Y ese es un objetivo que compartimos todos: sentirnos más nosotros, expresándonos de una manera u otra lo que somos, desde nuestros propios talentos y aptitudes.
¿Me dices que Fulanit, por ejemplo, juega con una tribu amazónica emigrada en Júpiter porque ahí, cocinan con la mente?
Pues dile que te cuente el plato estrella de la temporada.
¿Quien sabe? Quizás en unos años, Fulanit lleva a cabo el primer taller de cocina mental subvencionado por la NASA.
Y, déjate, tiene su qué.
#5 El talento necesita acompañamiento.
Ishaam tiene aptitudes para el dibujo y una imaginación fuera de lo común pero solo cuando encuentra un ambiente adecuado, que lo sostiene y apoya, puede explorar su talento en libertad.
Este punto trata sobre el sentirse acompañado, la importancia de que alguien confíe en ti y en tus posibilidades. O al revés, que tú confíes en los demás y en sus capacidades.
La próxima vez que descubras un talento a tu alrededor, cuídalo. Y si se trata de un niño, ponle incluso más atención.
Apuntes finales
Me gustaría explicarte un caso real en el que un talento fue descubierto de forma anecdótica, pero que fue apoyado desde el minuto 1.
La protagonista de la historia es Gillian Lynee, coreógrafa de renombre internacional.
Cuando era niña, Gillian no era muy buena en el colegio y se distraía con facilidad. Sus padres, alertados por la dirección de la escuela, la llevaron al psicólogo.
El psicólogo que vio a la niña bailando sola mientras nadie la veía e invitó a su madre que la apuntara a clases de danza. La madre aceptó la sugerencia y la llevó a una escuela de baile.
Bueno pues, ¿te suenan los archiconocidos musicales Cats y El fantasma de la ópera? ¿Adivinas ya quién montó sus coreografías?
Me pregunto qué hubiera pasado si los padres de Gillian se hubieran obstinado con que la niña fuera abogada o que el psicólogo no la hubiera visto bailando ese día…
Los niños no son cuadernos para colorear. No los puedes pintar con tus colores favoritos.—Cometas en el cielo. Khaled Hosseini
Es cierto que su familia podía permitirse un especialista y una escuela de baile pero, aunque la situación no sea siempre tan propicia, seguro que hay una manera de encaminarla.
Así pues, ante la diferencia, anota «la receta»:
Para empezar, vierte en un cazo de los grandes un puñado de aceptación, otro de paciencia y, por último uno de comprensión; añade ahora un tazón de apertura mental y dos cucharones de sensibilidad. Por último, deja que se cueza a fuego lento, removiendo de vez en cuando y corrigiendo las medidas de uno u otro ingrediente según veas…
Et voilà.
Está claro que no podemos vivir fuera de la sociedad pero es importante que ésta no acabe aniquilando lo que somos ni lo que podemos llegar a ser.