[Nota previa]: este destello musical lleva un preámbulo de esos que no son necesarios, pero que me apetece contar: además, así también satisfago la curiosidad de los que a veces me preguntáis cómo me topo con según qué.
Descubrí esta canción viendo Papusza (2013), una película sobre la poetisa polaca Bronisława Wajs, más conocida como Papusza, que significa ‘muñeca’ en romaní, su lengua materna.
Creo recordar que, aunque la historia es de lo más interesante (que lo es, #fueramalintepretaciones) la película me pareció bastante larga y lenta (vamos, que me resultó un ‘poco’ tostón); pero, por otra parte, también recuerdo cuánto me impactó su estética (poética), su fotografía (bellísima) y la música que la acompañaba (una auténtica gozada).
Y, equilicuá, este destello acoge una de las piezas de su fantástica banda sonora: una canción inspirada en un poema de la misma Papusza.
Pero la historia no acaba aquí porque, buscando por la red, di con otra versión que incluso me gustó más, así que, ante el dilema de cuál compartir contigo, decidí guardarme las dos y posponer la decisión hasta que llegara el momento de convertir toda la historia en destello.
Bueno, pues he sido incapaz de decantarme por una; por lo que sí, te traigo las dos, para que la elección sea tuya.
Así, de mano, ¿te decantarías más por satisfacer el oído o la vista?
Ambas están acompañadas de planos cinematográficos (de dos películas distintas sobre nuestra protagonista) y cuentan con la voz de la soprano polaca Elżbieta Towarnicka.
Entonces, ¿dónde está la diferencia?
La primera versión es la de la película de 2013 y tiene el plus de la belleza fotográfica que no tiene la segunda (clips de Los gitanos van al cielo, de 1976). Por otra parte, en Papusza, Towarnicka no canta sola; y aunque la voz de Kayah (que así se llama la otra cantante) también es portentosa, sigo prefiriendo el solo de la primera, me lleva «más lejos» (o «más dentro», según se mire).
La idea es que, con la poca información que tienes, te preguntes qué te transmite la canción (aun sin entender la letra).
[El segundo vídeo tendrás que verlo directamente en YouTube, pero tienes el acceso al darle al play].
Objetivo 1: Identificar dónde te ha llevado la canción. Asumiendo que lo más seguro es que no lleves muy bien eso del polaco y el romaní, ¿has sentido algo al escucharla o este tipo de propuestas musicales no van contigo? (A ver que también puede ser, faltaría más).
Objetivo 2: Saber sobre Papusza, si no la conocías ya.
Protagonistas: Papusza. Hay más información sobre ella (y sobre el pueblo gitano de la antigua Europa del Este) en el libro Enterradme de pie, de Isabel Fonseca):
Categoría: Personas que inspiran y te recuerdan que, aunque la vida no sea ideal, podemos encontrar grietas para vivirla un poco mejor.
Extra: la letra
Ya que estamos, como la canción parte de un poema, he pensado que podríamos centrarnos un poco en sus versos y en el contexto de Papusza, que los escribió desde su condición de mujer gitana durante la persecución de su pueblo por parte de la Alemania nazi.
No sé si estarás de acuerdo conmigo, pero, aun conociendo los horrores de ese periodo, cuando los protagonistas tienen nombre, nos involucramos más en él, lo hacemos más nuestro.
En sus poemas plasma todas sus dificultades como mujer gitana, en su misma comunidad (su pueblo no aceptó demasiado bien su éxito y fue acallada) y también en una época difícil en la que su misma etnia era perseguida con el objetivo de exterminarla.
Concretamente, en el poema que inspira la canción del destello de hoy, Papusza cristaliza penurias, hambrunas, tristeza y una miseria permanente (al final del destello tienes la letra y su traducción), pero yo me quedo con dos momentos.
El primero se refiere a su (comprensible) extenuación.
¿El destino nunca descansará?
(Czy nigdy spocząć los nie pozwoli?)
El segundo, a la fe (en Dios) y a la esperanza de un futuro mejor.
Ah, gran Dios que está en el cielo
¡Sálvanos la vida, te lo suplicamos!(Ach, wielki Boże, któryś jest w niebie,
Ratuj nam życie, błagamy Ciebie!)
¿Qué sería la vida en los momentos difíciles sin un ápice de esperanza? ¿Acaso la fe no mueve montañas?
Apuntes finales
La historia de Papusza tiene menos de un siglo y, aun así (al menos hasta ahora), nos podía parecer lejana, muy lejana…
Creo que por muchos años, de un modo u otro, y en mayor o menor medida, hemos comprado (sin cuestionarnos mucho) una era de acuario llena de unicornios y autopistas; pero ahora, la realidad nos demuestra que no hay nada nuevo bajo el sol: estupidez, maldad, infortunios y miseria siempre los hubo y los habrá. ¿Por qué iba a ser diferente en nuestro tiempo?
Y, bueno, de ahí la importancia (creo) de tener presente historias de vida y nuestro pasado, para matar unicornios que son simple ilusiones, no estrellas polares.
Saldremos de esta (y de muchas otras), claro que sí, (no vamos a ser la excepción en la historia de la Humanidad), pero quizá ahora, conscientes de que los que vivimos en el siglo XXI no somos ‘los escogidos’, creo que tenemos la oportunidad de redirigir nuestras vidas. Con actitud y confianza, sí, pero recordando que el camino de rosas no existe, y que, aceptándolo, podremos vivir mejor, con previsión para los siguientes baches. A nivel individual y como sociedad.
¿Lo haremos? O, esta vez, ¿tampoco aprendemos la lección?
El poema y la canción
La canción está compuesta por Jan Kanty Pawluśkiewicz inspirándose en el poema Lágrimas de sangre (lo que sufrimos por culpa de los alemanes en 1943 y 1944).
Primero encontrarás el poema; luego, la canción (aunque el inicio está en romaní y no he encontrado cómo traducirlo); y ya por último, para terminar, la letra de la canción en su versión original (por si quieres hacer tú un intento de encontrar la traducción exacta, aunque yo creo que kicy bidy i bokha significaría algo así como Cuánta miseria y cuántos hambrientos, buscando en un diccionario online de romaní).
¡Cuánta hambre! ¡Cuánta pobreza!
¡Tanta tristeza! ¡Caminos de menos!
¡Tantas piedras afiladas lastiman los pies!
¡Cuántas balas volaron cerca de nuestros oídos!
¡Cuánto barro! ¡Cuánta lluvia!
¡Cuántas lágrimas sangrientas todavía!
¡Cuánto cabello, cuántas trenzas!
¡Ramas cansadas en la noche de nuestras cabezas!
Ah, gran Dios, que estás en el cielo,
salva nuestras vidas, te lo suplicamos!
¡Pasamos por tanta pobreza y miseria!
¿El destino nunca nos permite descansar?
Como los pájaros en invierno o los peces,
que atrapó la barra de alguien,
así que el miedo nos atormenta, la mala suerte mata.
Deja que todos los gitanos
ven corriendo aquí cerca
en cuanto al bosque, donde una gran hoguera
y donde brilla todo el sol.
Deja que baje a mi canto a
todos los gitanos de todas partes,
Para escuchar mis palabras
Y respóndelos.
……………………………………………………………………………
En los bosques.
Sin agua, sin fuego – mucha hambre.
¿Dónde podían dormir los niños? Sin tiendas.
No podíamos encender fuego por la noche.
Durante el día, el humo podía alertar a los alemanes.
¿Cómo vivir con los niños en el frío invierno?
Todos están descalzos…
Cuando nos querían asesinar,
primero nos obligaron a trabajos forzados.
Un alemán vino a vernos.
— Tengo malas noticias para vosotros.
Quieren mataros esta noche.
No se lo digáis a nadie.
Yo también soy un Gitano moreno,
de vuestra sangre – es verdad.
Dios os ayude
en el negro bosque…
Habiendo dicho estas palabras,
él nos abrazó…
Durante dos o tres días sin comida.
Todos yendo a dormir hambrientos.
Incapaces de dormir,
mirando a las estrellas…
¡Dios, qué bonita es la vida!
Los alemanes no nos dejarán…
¡Ah, tú, mi pequeña estrella!
¡al amanecer que grande eres!
¡Ciega a los alemanes! ¡Confúndelos!
¡Llévalos por mal camino
para que los niños Judíos y Gitanos puedan vivir!
Cuando el gran invierno venga,
¿qué hará una mujer gitana con su niño pequeño?
¿Dónde encontrará ropa?
Toda se ha convertido en harapos.
Se quieren morir.
Nadie lo sabe, solo el cielo,
solo el río escucha nuestro lamento.
¿Cuyos ojos nos veían como enemigos?
¿Cuya boca nos maldijo?
No los escuches, Dios.
¡Escúchanos!
Una fría noche vino,
La vieja mujer Gitana cantó
Un cuento de hadas gitano:
El invierno dorado vendrá,
nieve, pequeña como las estrellas,
cubrirá la tierra, las manos.
Los ojos negros se congelarán,
los corazones morirán.
Tanta nieve caerá,
cubrirá el camino.
Solo se podía ver la Vía Láctea en el cielo.
En esa noche de helada
una hija pequeña se muere,
y en cuatro días
su madre la entierra en la nieve
cuatro pequeñas canciones.
Sol, sin ti,
ver como una pequeña gitana se muere de frío
en el gran bosque.
Una vez, en casa, la luna se detuvo en la ventana,
no me dejaba dormir. Alguien miraba hacia el interior.
Yo pregunté — ¡Quién está ahí?
— Abre la puerta, mi negra Gitana.
Vi a una hermosa joven Judía,
temblando de frío,
buscando comida.
Pobrecita, mi pequeña.
Le di pan, todo lo que tenía, una camisa.
Nos olvidamos de que no muy lejos
estaba la policía.
Pero no vendrían esa noche.
Todos los pájaros
rezan por nuestros hijos,
por eso la gente malvada, víboras, no los matarán.
¡Ah, destino!
¡Mi desafortunada suerte!
La nieve caía tan espesa como hojas,
nos cerraba el camino,
tal era la nieve, que enterró las ruedas de los carros.
Había que pisar una huella,
empujar los carros detrás de los caballos.
¡Cuánta miseria y hambre!
¡Cuánto dolor y camino!
¡Cuántas afiladas piedras se clavaron en los pies!
¡Cuántas balas silbaron cerca de nuestros oídos!
……………………………………………………………………………
Kicy bidy i bokha
Kicy tugi i droma
Kicy ostra bara wgine andre hera
Kicy, kicy nagły naśenys pasze kana
2x
Sare roma te naszen ki me
Syr ki weś, syr ki weś kaj jag isy baro
i khamitka duda pherdo
Pre odo mire gila
Te zdźan pes sare roma
Te zdźan pes sare roma
i te wychalon mire ława
Ile bied, ile głodów
Tyle smutków, dróg niemało
Tyle ostrych kamieni w stopy się wbijało
Ileż koło uszu kul nam przeleciało
2x
Niechaj wszyscy Cyganie przybiegną tu blisko
Jak do lasu, gdzie wielkie ognisko
I gdzie w światłach słonecznych wszystko
Niechaj na to moje śpiewanie
Wszyscy zewsząd zejdą się Cyganie
Wszyscy zewsząd zejdą się Cyganie
Żeby słów mych wysłuchać, odpowiedzieć na nie.