«La Ley del karma es un ejemplo especial de la ley de causa y efecto que establece que nuestras acciones físicas, verbales y mentales son causas, y nuestras experiencias son sus efectos». —Geshe Kelsang Gyatso
En su libro Transforma tu vida Kelsang Gyatso utiliza una metáfora para explicar qué es el karma: La mente es el campo y las acciones, las semillas que plantamos. Según las semillas plantadas, así serán sus frutos (buenos o malos).
No hace falta ir a la filosofía oriental para que nos recuerde la importancia de nuestros actos y obrar a conciencia.
En el refranero español, por ejemplo, tenemos «Quien bien siembra, bien recoge» y su versión opuesta: «Quien mal siembra, mal recoge».
La palabra «karma» significa «acción» en sánscrito y se refiere principalmente a nuestras acciones, ya sean físicas, verbales o mentales. Lo que se refiere es que las acciones que efectuamos en el día de hoy dejan huellas o impresiones en nuestra mente (aunque sea de forma sutil y no de forma automática, sino con el tiempo), producen resultados concretos acordes a su naturaleza.
(Si te va más la física, quédate mejor con la Ley de causa-reacción de Newton, que estaría en lo mismo).
El karma estaría regido por sus propias leyes pero creo que es importante puntualizar que no está considerado un castigo.
Buscando por ahí, he encontrado distintas «legislaciones» regulando las Leyes del karma (siempre contemplando 12, aunque sean un poco distintas o versionadas) así que, al final, he optado por hacer mi propio «remix de recolección» y respetar lo de los 12 puntos.
La idea es que los leas, te quedes con la esencia y reflexiones por ti mismo.
Las 12 Leyes del karma
#1. Ley de la neutralidad.
Así como La Ley de la Gravedad no descansa nunca, la Ley del karma aplica a todos por igual, sin excepción.
El Universo es neutral y no tiene preferencias: somos criaturas divinas y queridas de forma completa, profunda e igual.
#2. Ley del acuerdo.
Es seguramente (por no decir «segurísimo») la verdad más difícil de asumir por todos: que vinimos a la Tierra para vivir exactamente aquello que hemos vivido, vivimos y viviremos.
El Universo opera bajo esta regla bien simple: Aquello que pasa es por un acuerdo previo basado en la justicia kármica entre aquellas partes involucradas para equilibrar el karma del pasado.
#3. Ley del aprendizaje.
Nos reencarnamos para aprender desde la experiencia de la dualidad y los opuestos.
Aprenderemos del bueno-malo y del problema-solución hasta el momento en que nuestra evolución nos convierta en amor divino, conciencia y alegría.
No, no hay un santo sin pasado ni un pecador sin futuro hasta que aprendemos las lecciones, así es el Ciclo Divino.
#4. Ley de la causa y el efecto.
Para cada acción existe una consecuencia y para cada causa hay un efecto. Es por el pacto kármico.
«Así como siembras, cosecharás»: si quieres amor, paz y felicidad en el futuro, es eso lo que deberás sembrar.
#5. Ley del equilibrio.
El Universo tiende a compensar los excesos con nosotros mismos y los demás.
Se trata de aprender desde la experiencia y experimentar las consecuencias de los excesos por nosotros mismos.
#6. Ley de la atracción y el enfoque.
Pensamientos y emociones se convierten en imanes y manifiestan tus deseos en la realidad.
Aquello en lo que enfocas, creará tu realidad.
Tu sistema de creencias genera pensamientos y actitudes que guiarán a tus acciones y crearán resultados.
#7. Ley de la conexión.
Conectamos con las personas, las oportunidades y los eventos necesarios para manifestar nuestros deseos si realmente permitimos, creemos y esperamos que nos pasen.
Cualquier paso (por pequeño que sea) hacia tus deseos o aquello que quieres, tiene una conexión con el Universo. Todo está conectado: pasado, presente, futuro.
#8. Ley de la expansión.
El Universo es energía. El cambio y el crecimiento son dos constantes porque la energía siempre se expande.
Y lo hace mediante el caos, la reorganización y el orden, en un ciclo sin fin de cambio y crecimiento que crea una mejora continua.
#9. Ley del cambio y la evolución.
La evolución es un proceso gradual en el que uno aprende las lecciones de la vida, a su propio ritmo y en cada reencarnación.
Por otra parte, el mapa de la realidad está en constante cambio, reflejando el estado de conocimiento del momento y refinándose cada vez más.
A fin de ir evolucionando, hay que descartar lo «viejo» (pensamientos y hábitos que ya no nos sirven, sueños de antaño), aprender las lecciones y hacer los cambios que sean más convenientes.
#10. Ley de la responsabilidad y del empoderamiento.
No se trata de aceptar el patrón del karma que viene por defecto sino de aceptar conscientemente el control del mismo, hacerte responsable de tu vida y actuar de forma que tu futuro refleje lo mejor de ti.
Del mismo modo, teniendo en cuenta que todo esfuerzo tiene su recompensa y que ésta llegará (y será proporcional a ese mismo esfuerzo y a la naturaleza de tu intención) sé responsable y recuerda que 1) aquello que niegas, persiste y 2) que hasta que no aprendas las lecciones, te seguirás encontrando con las mismas «piedras» en el camino.
#11. Ley de la cocreación en infinitas posibilidades.
La vida no es algo que pasa y ya está: cada momento brinda un sinfín de nuevas posibilidades para la acción.
Somos uno con el Universo, dentro y fuera.
Lo que nos rodea nos da pistas así que sé y haz de ti mismo lo que quieres tener en tu vida, es tu derecho como Ser Divino que eres.
#12. Ley del amor.
El karma empieza y termina con el amor.
Fue creado para impulsarte como alma en el viaje personal de la reencarnación. Termina cuando has perfeccionado tu capacidad de amar, que se vuelve incondicional.
Y es que el único propósito del karma es experimentar un estado de amor divino, alegría y conciencia.
Apuntes finales
A mí me parecen leyes totalmente lógicas, de aquellas que deberían ser «de cajón» pero entonces ¿por qué el mundo no es un lugar más placentero para todos? ¿Será su propio karma?
La ley del karma no deja de ser la versión budista e hindú de la Regla de Oro, presente en todas las culturas del planeta, más allá de la religión. Su máxima es tratar al prójimo como quieras que te traten a ti porque así como le trates a él, la vida te tratará a ti. Y sería extrapolable a todo lo que haces, no ya solo a tu prójimo, sino a ti mismo.
«Cada Causa tiene su Efecto; cada Efecto tiene su Causa; todo sucede de acuerdo con la Ley; el Azar no es solo sino un nombre para una Ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley». —El Kybalion.
Espero que puedas sacar algo de estas 12 leyes que hoy he compartido contigo. Se trata de que te quedes con lo que en este momento te sirva, quieras y puedas asumir, para seguir siendo cada día mejor.
¿Me permites terminar el post con un toque romántico? (Quizás tú no se lo ves pero a mí me parece bonito bonito bonito) :
«Cada acción de nuestras vidas toca alguna cuerda… que vibrará en la eternidad». —Edwin Hubbell Chapin