Keith escribió los mandamientos en 1968, siendo estudiante de Harvard y con ellos aviva ese espíritu de poner todo nuestro ímpetu en crear un mundo mejor aunque a veces, ese mismo mundo sea una paradoja, que lo es.
Escribí Los Mandamientos Paradójicos como un reto… el reto de hacer siempre lo correcto, lo bueno y lo verdadero aunque los demás no lo aprecien. Pase lo que pase, uno tiene que seguir en su empeño porque, si no lo hace, muchas de las cosas que son necesarias hacer en este mundo, nunca se llevarían a cabo… —Kent M. Keith
Fue publicado en un cuadernillo titulado La Revolución Silenciosa, en un capítulo sobre fraternidad.
Han pasado casi 50 años pero sigue perfectamente vigente.
Los mandamientos fueron versificados por Luis Bernal Lumpuy y que la versión de 8 de ellos cuelgan en una de las paredes de Shishu Bhavan (la Casa de los Niños) de Calcuta, fundada por la Madre Teresa.
¿Conoces aquello de «Quien anda es quien tropieza, no el que se está en la cama a pierna tiesa»?
Habrá que seguir dando pasitos e ir superando las dificultades sin olvidar el objetivo de crear un mundo más justo, más sensato y mucho más amigable para la humanidad.
[Nota final]: Te invito a rebuscar en tus memorias y encontrar un recuerdo en el que tuviste tu momento paradójico e hiciste lo que sentías que era más correcto, ese momento en el que te convertiste en un lanzador de estrellas.