A ver, no voy a ser yo la que te vaya a descubrir el talento de Rosalía, que además voy a dar por hecho que la conoces (no por nada, sino porque desde que salió su disco El mal querer parece que tenga el don de la ubicuidad, que lo entiendo perfectamente, que no deja de ser es una artistaza); pero sí que quiero recuperar su actuación en la gala de los Goya 2019.
¿Y por qué? Pues porque es una gozada y porque es de las que dejan sin aliento, sin importar las veces que le des al play.
Eso sí, antes me gustaría contarte un poco sobre la canción que interpretó, por si no la conoces (no es de ella) y para darle el protagonismo que se merece, que no deja de ser el origen de este destello y una maravilla en sí misma.
Se trata de Me quedo contigo de Los Chunguitos un tema que encontramos en su disco Pa ti, pa tu primo (1980) y que popularizó un año después la película Deprisa, deprisa, un dramón quinqui con un final desgarrador que cobra incluso más con fuerza acompañado por la canción.
Me quedo contigo tiene como protagonista al amor, a ese amor pasional que prima ante todo la lealtad y que asume cada sacrificio como parte del pack, una sumisión que, vaya por delante, no tiene género (el tema fue escrito por dos hombres e interpretado por tres hermanos, todos varones).
Aclarado este punto, y sin entrar mucho en la letra, ¿ajustamos el chip al romanticismo clásico (y más trágico) y nos sumergimos así plenamente en la propuesta?
Pues ala, ya está: ¿no te hipnotiza? A mí me enamora y me quita los sentidos.
(Espera, que me recompongo y sigo).
De la canción se han hecho multitud de versiones y la de Rosalía es la que, de lejos, me gusta más (y eso sin entrar la estética global, que también es de las que me quita el hipo).
Pero al César lo que es del César, y me voy a repetir: la original ya era una maravilla, totalmente pre-cio-sí-sí-ma (y de las que personalmente puedo escuchar todo el día en bucle, sin cansarme y encima haciéndole una performance y todo).
Y para que no la tengas que buscar, tachán, ahí va (pero, porfa, hazte un favor y no entres a valorar la puesta en escena):
OBJETIVO 1: Con la versión de Rosalía, disfrutar; con la original de Los chunguitos, además, tararear (te dejo la letra abajo) e incluso bailotear.
OBJETIVO 2: Identificar a quién (o a qué) eres leal en tu vida, qué sacrificios (si los tiene) te supone esa lealtad y reflexionar sobre tus descubrimientos (si es que has descubierto algo, claro).
CRÉDITOS: Rosalía, Los chunguitos.
CATEGORÍA: Pagaría por ver la cara de Lord Byron, sobre todo con la interpretación de Rosalía.
[Letra, por si en alguna de las veces que le das al play te animas a cantarla]:
Si me das a elegir
entre tú y la riqueza
con esa grandeza
que lleva consigo, ay amor…
Me quedo contigo.
Si me das a elegir
entre tú y la gloria
pa’ que hable la historia de mí
por los siglos, ay amor…
Me quedo contigo.
Pues me he enamorao’
y te quiero y te quiero
y solo deseo
estar a tu lado
soñar con tus ojos
besarte los labios
sentirme en tus brazos
que soy muy feliz.
Si me das a elegir
entre tú y ese cielo
donde libre es el vuelo
para ir a otros nidos, ay amor…
Me quedo contigo.
Si me das a elegir
entre tú y mis ideas
que yo sin ellas
soy un hombre perdido, ay amor…
Me quedo contigo.
Pues me he enamorao’
y te quiero y te quiero
y solo deseo
estar a tu lado
soñar con tus ojos
besarte los labios
sentirme en tus brazos
que soy muy feliz.