Siguiendo con el tema de la validación emocional (en la primera parte, vimos la importancia de llorar si así lo sentías), hoy, me ha dado por hacer una lista y razonar su importancia.
7 razones para la validación emocional
#1. Sube la autoestima.
Cuando te validan, te sientes respetado y aceptado por lo que eres, independientemente de cualquier etiqueta que venga de mano.
Y eso sienta bien.
Lo mismo cuando tú validas a alguien: al reconocer cómo se siente, le recuerdas que su vida tiene sentido.
#2. Reduce los conflictos.
La validación emocional evita tener que estar a la defensiva o justificándote todo el rato.
Lo mismo le pasa a tu interlocutor.
Aceptando las emociones del otro, hay un acercamiento empático, se evita malentendidos escalables y se crea un clima de concordia.
#3 Mejora la comunicación.
Es necesario estar dispuesto a escuchar sin prejuicios ni sentencias a la vez que formular preguntas abiertas y ofrecer comentarios constructivos.
Cuando hay buena comunicación, hay entendimiento y uno se siente cómodo en seguir compartiendo.
Ya sabes: «Hablando se entiende la gente».
#4. Regula las emociones.
Si te sientes escuchado y comprendido, ¿no te sientes más seguro y, sobre todo, en paz?
Y al contrario: cuando te sientes juzgado, ignorado, menospreciado o atacado, ¿no acabas preso del miedo, de la ira o de la angustia? ¿De pensar que puedes ser abandonado o traicionado?
Tus emociones no son correctas ni incorrectas, son.
Si te validan tus emociones será más fácil gestionarlas.
#5. Ayuda a ir formando la identidad.
Y lo hace permitiéndonos ser más conscientes de nuestros patrones de comportamiento y de los valores a los que somos acordes.
A más nos conocemos, más nos entendemos.
#6. Mejora las relaciones.
Que alguien tenga en cuenta tu forma de pensar, de hacer, proceder y sentir te hace ser más tú y eso siempre genera bienestar.
Lo mismo al revés: cuando alguien se siente a gusto contigo porque sabe que no tiene que ser, pretender o actuar de una forma determinada.
Y se trata de eso, de crear bienestar y armonía entre todos.
#7. Ayuda en los momentos de bajón.
En ocasiones, nos encontramos en situaciones difíciles en las que tiraríamos la toalla, abandonaríamos nuestros sueños y nos meteríamos debajo de las sábanas a hibernar.
Solo falta una persona amiga (sí, solo una) que nos valide ese sentimiento de desazón y que nos recuerde las cosas buenas que tenemos.
Entonces sucede la magia y vuelves a ser tú.
Apuntes finales
La validación emocional y la empatía van cogidas de la mano. Se trata de validar las emociones de los demás desde el respeto y desde una perspectiva donde la comunicación, la cooperación, la humanidad y las relaciones cobran todo su sentido.
Y tú, ¿validas? ¿Te sientes validado?