Y según lo que creas (sientas y seas) cuando lo leas, lo percibirás de una u otra manera.
¿O acaso no te ha pasado alguna vez, sino muchas, leer las mismas palabras en dos momentos distintos de tu vida y tener reflexiones dispares entre sí?
El destello de hoy van muy ligado a un tema que tratamos ya en el blog, el de los sesgos cognitivos y cómo estos afectaban a nuestro raciocinio.
De hecho, es un ejemplo claro de un ‘sesgo de confirmación’, que no es otro que nuestra predisposición irracional de interpretar algo según lo que hayamos decidido encontrar en él; seguramente, evidencias para apoyar nuestras creencias, hipótesis y expectativas. El problema es que, entonces, obviamos posibles prismas que nos hubieran podido ofrecer una visión más amplia y enriquecedora (o no, pero rechazados de antemano frente al reto de cambiar de perspectiva, no damos alas a esa posibilidad).
Ya dijo Robertson Davis: «El ojo solo ve aquello que la mente está preparada para comprender» pero ¿Y si pusiéramos en forma nuestros ojos y mentes para ver y comprender de una manera más certera? ¿Y si no simplificáramos tanto un mundo que hoy cada día se presenta más y más complejo?
No es la primera vez que te habrás encontrado con una reflexión igual, pero me gusta cómo la expresa Shannon L. Adler. (Gracias, Lauren, por pasármela).
Te invito a que extrapoles estas palabras de Shannon más allá de un libro o de un poemario; que tengas en cuenta cómo lees notas, artículos e emails; que, más allá de la palabra escrita, te des cuenta de cómo te acercas a las canciones, a las películas, a las conversaciones, al arte…
Y, ya qué estamos, quizá sería una buena idea revisar lo que lees y dónde lo lees, no sea que sean fuentes que solo ratifiquen lo que ya sabes (o crees saber, porque siempre vas a las mismas y dan una única perspectiva). Teniendo internet, no hay excusa para no tantear un poco qué se dice fuera de ellas y reflexionar luego sobre las informaciones que hayas recolectado, sin olvidar, eso sí, que puede que estés buscando lo que «quieres» encontrar.
OBJETIVO 1: Ser un poco más consciente de cómo interpretas al mundo. Identifica tus preferencias, inclinaciones y creencias que están detrás de esa interpretación.
OBJETIVO 2: Escuchar y leer puntos de vista distintos a los tuyos de una manera más abierta, considerando su integración y ampliando tu visión.
AUTOR: Shannon L. Adler
CATEGORÍA: Más allá de lo que primeramente lees, escuchas o sientes.