El 26 de septiembre es una fecha que no se celebra ni se recuerda de un modo especial, pero debería.
Es más, yo propondría que fuera nombrada Día de Petrov.
Él, Stanislav Petrov, es el protagonista de este destello y, justamente un día como hoy de 1983, tomó una decisión que salvó la Humanidad.
Y éste es su rostro:
Yo supe de nuestro héroe Stanislav por el documental El hombre que salvó al mundo (incluido, por cierto en mi último listado de películas que ayudan a la reflexión).
La historia resumida es que, ante una alarma de que Estados Unidos había enviado 5 misiles nucleares en dirección a la Unión Soviética, y bajo la orden expresa de contraatacar, hecho que hubiera dado paso al inicio de la III Guerra Mundial (que sería la última y la que supondría el fin de la civilización, ahí es nada) él, Teniente Coronel y Jefe de Defensa Militar, decidió no pasar la información a sus superiores y seguir su corazonada (¿destello de intuición? ¿Mensaje descodificado desde las alturas? ¿Pura lógica?) de que era una alarma falsa. Y lo era¹, por lo que evitó una catástrofe.
La gente no empieza una guerra nuclear con solo cinco misiles. ―Stanislav Petrov
De todos modos, a nivel personal vivió las represalias de sus superiores y del ejército ruso, que incluso lo destituyó como Teniente Coronel y lo relegó a un puesto muy inferior. Y es que, increíblemente, en vez de entender que su acto de desobediencia había salvado, no solo a ellos, sino también al mundo entero, le recriminaron el hecho de no haber avisado a sus superiores, tal como era su deber. (En fin, sin comentarios).
El hecho, además, no trascendió hasta 1998, hasta que Yury Votintsev (en ese momento Comandante retirado, y uno de los antiguos superiores de Petrov) lo hizo público en sus memorias. El diario alemán Bild-Zeitung (ahora solo Bild), se hizo eco de la información y la noticia llegó al activista alemán Karl Shumacher, que se propuso que la historia de Petrov llegara a Occidente y que el mundo supiera de él y de su decisión. A partir de entonces, su vida cambió un poquito (aunque viviendo siempre de forma humilde y con su pensión de 200$ al mes) y, al menos, fue reconocido en varias ocasiones. La primera, con un galardón por la agrupación de los Scouts que le nombró «Ciudadano del Mundo 2003». También fue invitado por las Naciones Unidas, y se escribió un libro sobre él (solo lo he encontrado en alemán, no hay traducción).
Desde su primer encuentro, Karl mantuvo el contacto con Stanislav y, año tras año, le llamaba el 7 de septiembre para felicitarle el cumpleaños; en esta ocasión, no pudo hablar con él: Petrov había dejado este mundo el 19 de mayo, notificación que recibió de su hijo Dimitri (por email y de lo más seco, a modo telegráfico).
Y yo me pregunto qué hubiera pasado si hubiera nacido un 18 de mayo, porque mucho me temo que no nos habríamos enterado de su muerte (de alguien como él, que tendría que tener una mención en la Historia del siglo XX) hasta después de un año, ya entrado 2018, cuando Karl lo hubiera llamado para felicitarle los 78.
¿Entiendes ahora por qué no entra del todo en mi cabeza que no tenga un día para acordarnos de él?
Si es que, encima, era humilde:
“Al principio, cuando la gente me dijo que en en la prensa y la televisión me habían empezado a llamarme ‘héroe’, estaba sorprendido. Nunca me consideré como tal. Al fin y al cabo, literalmente estaba haciendo mi trabajo. ―Stanislav Petrov
Y otra cosa que me pregunto (quizś hoy más que nunca) es cómo es posible que murió sin un reconocimiento como el Premio Nobel de la Paz. ¿Acaso La Academia no tuvo más de 30 años para dárselo? Recordemos que Obama tiene uno, ejem. Tampoco entiendo cómo es posible que Dimitri no contactara con Karl para informarle de la muerte de su padre… y mejor paro aquí.
En fin, sigamos haciendo lo correcto y, cuando podamos, reconozcamos a la buena gente que hace de este mundo un lugar mejor sin buscar el aplauso. Yo creo que Stanislav, esté donde esté, puede sentirse feliz (aunque no quiera sentirse orgulloso) de que el corazón de esta civilización siga palpitando, que lo hace, más allá de los retos a los que se enfrenta. A los que nos enfrentamos.
OBJETIVO 1: Conocer este pedacito de la Historia tan olvidado y ponerle cara a su protagonista.
OBJETIVO 2: Reflexionar sobre el momento. ¿Has sentido «algo» al ser consciente de que estamos aquí gracias a la decisión de Stanislav?
CATEGORÍA: Ese segundo en el que una decisión marca definitivamente el rumbo de la vida.
……………………..
¹ Los satélites, la Tierra y el sol se alinearon de una forma que fue interpretada de manera errónea por los detectores: las señales térmicas emitidas por el sol fueron interpretadas como misiles nucleares. El hecho es conocido como Incidente del equinoccio de otoño.
[Nota adicional]: Aunque es otro tipo de situación, y se englobaría además en otro tipo de escala, al capitán Suly (también el listado de pelis recomendadas) le pasó algo parecido: salvó la vida de los 152 pasajeros que llevaba su avión pero luego sufrió acoso porque, atención, eso suposo para la compañía perder un avión. En fin, ¿cuántos casos habrá así a lo largo del planeta? ¿Cuántos héroes anónimos (aunque de menor envergadura) habrán hecho un mundo más humano y mejor haciendo lo correcto y siguiendo lo que les pide su corazón?